MORIR ES COMO IRSE A AUSTRALIA

De un tiempo para acá las circunstancias me han hecho mas reflexiva en muchas cosas, siento que me estoy volviendo más profunda y rigurosa en cuanto a mis pensamientos. Últimamente he estado recapacitando y me he dado cuenta de que la existencia es un surtidor de engaños y que me he pasado lo que llevo de vida deshaciéndolos, es decir, me ha dado por filosofar de la cosas que tiene la vida y encontrar “el camino del medio” de mis acontecimientos.

Prueba de esto, un día se me vino un “fume” -como normalmente llamo a mis pensamientos no tan normales, locos pues- Ese fume que tuve había aparecido porque ese día en el metro una mujer sabia y bella, me ilumino diciendo:

"Todos nos vamos a morir...pero no empujen". Allí es donde me le quedo mirando y reflexiono acerca de la cosa tan rara pero sencillamente cierta que acaba de decir, desde ese momento mi mente llena de ideas estaba tratando de encontrar la respuesta propia y subjetiva a la siguiente pregunta: ¿Qué es la muerte? ¿A donde se va uno? Al final de mi momento reflexivo, ya vía a mi casa, se me vino una lluvia de pensamientos demasiado locos (no se si era el regueetoon de la camioneta, o el calor o que me había tomado un Redbull en la mañana), pero en fin, ese día logre postular para mi misma que la muerte es como ir a Australia. -paradójicamente hablando-

Si, a Australia, porque no es algo malo, es como un viaje que se hace para siempre, y que debe ser bastante buena la estadía, porque nadie se ha devuelto. Misma cosa que pasa en Australia. Hay diversidad de cosas, hay invierno y verano, buenos presidentes, fauna y flora exótica, ¡igual que la muerte! Es demasiado diversa e interminable, es blanca y es negra, es todo y más. Vas hacia algo totalmente diferente, vas a un lugar apartado del mundo, y si te pones a ver Australia queda lejísimo. Llegas a una dimensión donde no conoces a nadie y nadie te conoce a ti; pero a la vez como el mundo es una pañuelo, es capaz que si te encuentres a alguien, a tu amigo que se murió, a tu abuela, qué se yo. Puede ser que vayas y te quedes en su casa un rato, canten de alegría y simplemente sean inmensamente felices!

¿Y como se va a Australia -muerte-? Bueno, igual que irse de viaje: Puede ser que sea una maravilla y todo te salga fino, en primera clase por Americam Aerlains (que sería la paradoja de morirse durmiendo, ya viejito cuando has cumplido todas tus metas), o puede ser que el viaje se haya complicado y te haya tocado en tercera clase con un montón de colombianos vallenateros en una “tara” como le dicen a los aviones feos, (representaría en este caso la paradoja de morirse trágicamente, en un accidente o asesinato). Pero en lo que siempre coinciden los viajes a Australia es que se hacen cuando se tienen que hacer, no puedes adelantar ni atrasar el vuelo. Te llega y punto.

Por eso es que a la hora de saber que alguien tan importante para mí haya muerto, no me da absoluta tristeza, porque esta viajando hacia Australiaaaaa ¡y eso es una maravilla! Va un mundo donde no habrá guerras, ni Bush, ni Chávez, ni las colas de recta de las minas. Va a un sitio de relax (y en serio, Australia no sufre de los males del occidente. Es demasiado pacífica).

Finalmente, mi respuesta fue contestada y no por otra persona que no fuese yo, y así fue como me di cuenta que en mi existen todas las respuestas, o como me dijo Leah un día:

“Cada uno de nosotros es Dios, cada no de nosotros lo sabe todoo, solo falta abrir nuestras mentes para explorar nuestra propia sabiduría”
Entonces, descubrí que tengo un boleto reservado para Australia algún día. Cuando cumpla mi misión como ser humano iré, no tengo ninguna prisa, no tengo ninguna intención de adelantar mi vuelo, solo es que me da una tranquilidad inmensa poder saber que estaré allí disfrutando de los canguros, de la paz, de Sydney, de los desiertos y sin duda alguna de la infinita y hermosa presencia de mi Papá... con el y en el, para toda la vida =)

Giannina Raffo